Las generalizaciones empíricas sobre el éxito de las campañas
publicitarias
Les Binet y Peter Field
Resumen por Montserrat Cortés
En 1980 nace en el Reino Unido lo que hoy se conoce como el
IPA Effectiveness Awards. Éste es un
rigoroso examen que busca medir la efectividad de la publicidad en el mundo.
Sin embargo, no es hasta el 2004 que la información que se recolecta gracias a
este examen se ve sintetizada en una base de datos. Esto permite que ahora esta
información pueda ser accesada de manera más simple y rápida.
Binet y Field crean una métrica llamada “Effectiveness Success Rate” (ESR) la
cual está pensada para poder seleccionar los casos publicitarios que alcancen
un nivel de campañas “muy efectivas” para así poder compararlas con aquellas
que fueron “bastante efectivas”. Por muy efectivas se entiende toda campaña que
reportó “grandes mejoras” en uno o más de los elementos del negocio, ya sea en
ventas, en su cuota de mercado,
penetración, lealtad, precio o beneficio. Esto con el fin de establecer
determinadas generalizaciones que nos permitan entender los factores que
influyen en el gran éxito de una campaña publicitaria.
Una vez hechos todos los estudios,
Binet y Field plasman todos sus resultados obtenidos luego del análisis en un
libro llamado “Marketing in the Era of
accountability” (2007).
Entre los descubrimientos claves podemos mencionar en
primer lugar el hecho de que se establece que campañas que tienen objetivos
“suaves” no tienen un buen desempeño en términos de negocios. Es más se revela
que las campañas que alcanzan una efectividad mayor empiezan con una estrategia
detallada que vincula los objetivos “suaves” con resultados esperados en
términos de negocios.
En segundo lugar, se determina que las campañas que apuntan
a reducir la sensibilidad del precio son más efectivas que las campañas que buscan
incrementar las ventas o la cuota de mercado.
Por otro lado, se dice que las campañas que se enfocan en
la adquisición por parte del consumidor y/o en la penetración que tiene la
campaña, son mucho más efectivas que aquellas que se enfocan solamente en la
retención y la lealtad por parte del consumidor.
Además de esto, se observa que entre más las emociones
dominen sobre el mensaje racional, más grandes serán los efectos en el negocio.
Se dice entonces que la publicidad más efectiva es aquella que no tiene
contenido racional o muy poco de éste.
También se establece que las campañas que buscan lograr que
se hable de la marca y de sus estrategias de marketing son particularmente
efectivas.
De igual manera, se determina que existe una correlación
entre el “share of voice” de la
publicidad de la marca y la velocidad a la cual su “share of market” crece.
Igualmente hace un importante descubrimiento ya que
determina que aún en esta época el medio televisivo sigue siendo un actor
importante dentro de la mezcla de medios que se debe considerar si se busca
alcanzar el éxito y la efectividad. Es más parece agarrar más y más fuerza con
el tiempo. Además agrega el hecho de que la adición de la publicidad en línea a
la mezcla de medios aumenta la
efectividad de la televisión.
Por otro lado, podemos mencionar un último descubrimiento
que indica que las campañas “multicanales” tienden a ser más efectivas y
eficientes que las campañas que involucran un solo canal. En sí se dice que la
efectividad optima es normalmente alcanzada con alrededor de tres o cuatro
medios publicitarios, esto dependiendo del tamaño del presupuesto.
En mi opinión la propuesta de los autores parece estar bien
encaminada para poder medir la efectividad que tiene o no una campaña
publicitaria, sin embargo si considero que llega a ser muy restringida para ser
considerada como un medidor global. Esto inclusive viene a ser un
reconocimiento que ellos mismos hacen. Al sólo examinar caso que de por sí ya
son considerados exitosos se deja por fuera llegar a examinar casos que no lo
fueron, cegándonos así a esos desaciertos que en un futuro podrían dejar un
precedente. Además de eso al ser medido solamente para campañas hechas dentro
del Reino Unido esto no permite saber si el mismo comportamiento se daría en
campañas de otras latitudes. Otra restricción de esta medición vendría a ser el
hecho de que las campañas todas incluyen un medio convencional dentro de su
mezcla de medios por lo que hace que no sea posible ver o medir la efectividad
de una campaña que solo cuente con
nuevos medios. De igual manera, se ve un obstáculo el hecho de que las
campañas estudiadas sean destinadas solamente para fines comerciales, dejando
por fuera el análisis de todas aquellas que sean sin fines de lucro. Y
finalmente, el hecho de que estén las campañas tan restringidas en el tiempo,
no permite que se pueda diferenciar entre éxito a corto plazo, y éxito a largo
plazo.
De igual manera, se puede ver criticable el hecho de que no
profundizan más en la metodología utilizada para llegar a las diferentes
conclusiones. Por ejemplo, se habla de televisión como un medio fuerte, sin
embargo no se dice sobre qué otros medios se compara, dejando en duda qué tan
fuerte es en realidad. Esto pasa de igual manera con muchas de las conclusiones
expuestas en este artículo.
Sin embargo, sea como sea esta propuesta es una herramienta
que permite ciertamente medir la efectividad de la publicidad en relación con
las ventas aspecto que viene a ser de suma importancia ya que viene a
establecer puntos de referencia o normas que sirven para campañas futuras. Expertos
coinciden en que esta medición no es nada fácil y explican que “medir el efecto
que tiene la publicidad sobre las ventas es mucho más complicado que medir el
efecto de la comunicación lograda, ya que para llegar a un mecanismo de venta
intervienen una serie de variables” (Alvarado. 1989. p.28). Además aclaran que “los
puntos de referencia o normas pueden ser utilizados con eficacia para predecir
el comportamiento futuro, con algunos conjuntos de supuestos” (s.a. 2012) lo
cual indica que sea como sea la referencia lograda por los autores con sus
estudios es de ayuda y aporta mucho al mundo de la publicidad.
No obstante, está claro que se
vuelve prácticamente imposible establecer un mecanismo de medición que abarque
todos los diferentes mercados publicitarios del mundo. Esto lo explica Michelle Arnau,
presidente de DDB Colombia en el 2007, al decir que “aunque no existe un
"esqueleto", como tal, que ayude a medir la efectividad de la publicidad,
sí existen unas pautas que permiten acercarse hacia este problema” (s.a. 2007),
pautas que por lo menos para el mercado del Reino Unido vienen a ser
establecidas por Binet y Field.
Referencias
Bibliográficas
Alvarado, O. (1989). Medición de la efectividad de la
publicidad sobre las ventas. Universidad Francisco Marroquín. Guatemala.
Binet, L. Field, P. (2009). Empirical
Generalizations about Advertising Campaign Success. Journal of Advertising Research. Volume 49, No. 2
(2007). Publicidad efectiva.
Recuperado el 25 de mayo del 2013 de http://www.dinero.com/edicion-impresa/mercadeo/articulo/publicidad-efectiva/47800
(2012). Medición de la
efectividad. Recuperado el 26 de mayo del 2012 de http://es.prmob.net/medios-de-comunicación-social/publicidad/marca-68775.html
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