lunes, 12 de marzo de 2012

Tres tiempos para una estrategia exitosa

Tres tiempos para una estrategia exitosa

Melissa Solano Morales

Los seres humanos estamos acostumbrados a vivir siguiendo un orden; para ello nos valemos de instrumentos que nos ayudan a medir el tiempo y a su vez determinar épocas y periodos. Poco a poco cada ser humano va creando una historia, un imaginario que depende directamente del contexto en el cuál se desenvuelve.

Es algo normal utilizar relojes, cronómetros, calendarios… son parte de nuestro diario vivir. Las horas, los días, los meses, los años van transcurriendo, para unos muy rápido, para otros muy despacio; lo cierto es que para la mayoría, este avance va determinando un pasado, un presente y un futuro.

Tres tiempos y a la vez tres aspectos esenciales a la hora de plantear cualquier estrategia de comunicación. No se puede desligar un tiempo del otro, pues estos son complementarios y aportan diferentes elementos que se encargan de crear sentido, de organizar ideas y de generar perspectivas ante cualquier situación que se proponga.

Cuando se plantea una estrategia de comunicación es indispensable conocer dónde se va a desarrollar, cuándo se va a ejecutar, pero sobre todo a quién se va a dirigir. Deben contemplarse e incorporarse datos como los gustos del individuo y su forma de ser, de manera que sea el propio usuario quién establezca el tipo de publicidad y ofertas que desea recibir. (Sánchez, 2011:28)

Es el usuario quién se encuentra en primer lugar y es a partir de este que debe surgir cualquier idea, priorizando siempre el lado humano y concibiendo las múltiples diferencias que puedan existir. Si se contempla este aspecto de las diferencias a partir del tiempo, es importante observar que hay muchas variantes de un individuo al otro dependiendo de la edad que tengan, del periodo de la historia en el que han crecido, del lugar en que vivan y del estilo de vida que lleven. Ya que como destaca Carol Ezzell, a pesar de que la mayoría de las culturas de todo el mundo tienen sistemas para medir el tiempo; estas no marchan a un mismo ritmo. (2002: 74)

Para obtener estos datos es necesario realizar estudios, investigaciones y análisis que orienten la estrategia, dictando un rumbo certero, aportando eficacia y colaborando directamente con el cumplimiento del objetivo planteado. Aparte de la metodología de búsqueda, debe existir un análisis numérico, que aclare el panorama, defina las características esenciales del público meta y con esto, incremente el grado de efectividad de la proposición que se realice.

A la hora de efectuar este tipo de análisis que segmenta y define el público meta, es posible conocer información que resulta útil en el desarrollo de cualquier estrategia comunicativa, pues se tiene una idea del segmento poblacional a quién se dirige la propuesta.

En el transcurso de esta búsqueda es básico tener en cuenta los tiempos, las etapas que comúnmente contemplan los seres humanos. El pasado será esencial para la comprensión de cualquier idea, pues es gracias a las experiencias del pasado que se obtienen conocimientos que más adelante permitirán descifrar los mensajes explícitos o implícitos que se presenten.

El bagaje de conocimientos permite tener acceso a nuevos datos; la capacidad de formar memoria es una parte indispensable en la construcción de la propia cronología (Damasio, 2002: 67) y es después de esta construcción que el individuo puede apropiarse de la información.

El presente de las personas permite crear experiencias y más allá de esto, da la posibilidad de generar sentimientos, propiciar actitudes que giren en torno a un objetivo determinado, es posible suscitar vivencias a partir de estrategias de comunicación y de la difusión de mensajes a través de múltiples medios.

Por último, se debe dar un lugar importante al futuro ya que prever tendencias permite a los clientes mantenerse a la cabeza de sus competidores, conociendo nuevos deseos y necesidades de los consumidores antes de cualquier otro (Caldwell, 2011: 11). La capacidad de pronosticar permite tomar medidas ante determinadas situaciones, generar estrategias que puedan respaldar las acciones realizadas y solucionar dificultades en caso de que se presentaran. Además, incentiva a los estrategas a pensar en grande, abriendo la mente y generando nuevas ideas que enriquezcan sus propuestas y permitan el cumplimiento satisfactorio de la meta formulada.

Es elemental considerar el tiempo en el planteamiento de estrategias; el pasado, el presente y el futuro son guías que orientan, son estos tiempos los que permiten a las personas recibir información, apropiarse de ella, registrar hechos y recuperarlos en el momento que sea necesario. Se requieren tres tiempos para plantear una estrategia exitosa.


Bibliografía

Caldwell, C. (2011, Abril). Las top 10 tendencias del 2012 según JWT. Advertising Age. 21, 11.

Damasio, R. (2002, Setiembre).Remembering When. A Matter of Time de Scientific American. 287, 66-73

Ezzell, C. (2002, Setiembre). Clocking Cultures. A Matter of Time de Scientific American. 287, 74-76

Sánchez, J. (2011, Diciembre). Usuario, el rey del presente. Advertising Age. 29, 28.

Scissors & Bumba. (2002) Advertising Strategic Planing. McGraw-Hill. NY.

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