Del reloj mecánico, las
promociones y la comunicación.
Por Alejandro Aguilar Barquero
Por Alejandro Aguilar Barquero
Me gusta más hablar del tiempo en términos empíricos que filosóficos. La
realidad, más allá de mi concepción del mismo, es que los físicos,
especialistas en el estudio del tiempo, continúan aprovechándolo y dividiéndolo
cada vez en menores unidades, así como utilizándolo para hacer mediciones que
requieren precisión extrema.
Un ejemplo. Según el artículo ‘Real Time’ de Gary Stix, del especial “A Matter of Time de Scientific
American”, en los laboratorios actuales existen transistores que pueden switchear
más rápido que un picosegundo, el cual consiste en una milésima de una billonésima de segundo. ¿En qué nos
compete esto a las personas que concebimos como unidad más básica de medición
de tiempo al segundo o décimas de segundo?
En que cuando esto sucede se nos está midiendo el tiempo, se nos
segmenta y se nos entrega un pedazo de él para sacarle el mayor provecho. El
tiempo deja de prolongarse infinitamente para ser limitado.
El mismo Stix cita a Dave S. Landes en su libro Revolution In Time: Clocks & The Making of a Modern World, en
donde este apunta que es gracias al surgimiento del reloj mecánico que una
civilización atenta contra el paso del tiempo, y que de ahí viene la
productividad.
El marketing por otro lado es una ciencia o un arte (depende del cristal
a través del cual se mire) que al igual que la mayoría de procesos
contemporáneos, necesita hacer una correcta utilización del tiempo para ser
considerado exitoso. Un ejemplo de ello son las promociones de tiempo limitado.
¿Cuál es la relación exacta entre el tiempo y las promociones? ¿Por qué un cupón o una edición
especial de un producto no pueden quedarse por tiempo ilimitado?
Bien, la idea de las promociones de ventas es básicamente ser un incentivo de corto plazo para despertar
el interés en la compra de un bien o servicio (Kevin, Hartley, Rudelius).
En su vigencia las promociones generalmente estimulan
las ventas e incrementan la circulación de consumidores que pueden no ser tan
leales a la tienda o marca.
Una vez el consumidor llega al producto por decisión propia, aunque haya
sido influenciado por una promoción u oferta, el elemento del tiempo entra de
nuevo en el juego, ya que la publicidad debe rectificarle al sujeto que ha hecho
la elección más adecuada. Esto con el objetivo de convertirlo en un cliente a
largo plazo.
La razón por la cual las promociones eficaces no pueden prolongarse por
más tiempo o lanzarse una tras otra con cortos intervalos de tiempo entre cada
una es la siguiente: los clientes no comprarían más el producto sino fuera en
época de promoción; se malacostumbrarían al punto en que su mente posicionaría
estas ofertas como una situación común de todos los días, desplazando al
verdadero precio del producto a una categoría de aumento o sobreprecio.
La prolongación de una promoción o la seguidilla de las mismas también
pueden causar que se ponga en tela de juicio el valor del producto.
Es importante que los procesos promocionales no sean analizados y
evaluados bajo los mismos estándares numéricos y de ganancias que se analiza el
producto en su período normal de venta, sino bajo los establecidos
específicamente para la promoción, y aquí entra de nuevo el tiempo a hacer de
las suyas, haciendo esperar a los mercadólogos (como cuando un producto nuevo
se lanza al mercado) cuando que hagan el análisis del proceso de recompra.
La recompra es la segunda compra de un producto por parte del
consumidor, pero la más importante porque define la adopción del producto por
parte del nuevo consumidor. Para estos casos es importante conocer el tiempo
entre la primera y segunda compra. No es lo mismo la recompra de una navajilla
que de una laptop.
Según el texto de Scissors & Bumba “Advertising Strategic Planing”,
una estrategia de medios lleva en su planteamiento inicial tres interrogantes
esenciales: a quién se le va a anunciar, dónde y cuándo.
Con base en todo lo establecido hasta el momento, podemos concluir lo
siguiente:
Se debe definir el tiempo específico de las promociones para que sean
funcionales, rentables y analizables. Estas deben ser complementadas por la
publicidad para incrementar su eficacia y el posicionamiento en la mente de los
consumidores así como la recompra. Esta publicidad debe llevar una estrategia
de medios que sustente su pauta en determinado medio de comunicación, haciendo
énfasis en el “a quién” (público meta de la promoción) y el “cuándo” (timing de
la publicidad para conseguir lo establecido anteriormente).
Definitivamente, si el reloj mecánico no hubiera sido concebido tal y
como lo fue, los publicistas, mercadólogos y demás trabajadores del campo de la
comunicación no tendrían que trabajar tantas horas extra.
Referencias:
- Stix, Gary. “Real Time” A Matter of Time de Scientific American. 2002.
- Scissors & Bumba. Advertising Strategic Planing. McGraw-Hill. NY. 2002. Cap 7 Who, where and when.
- Kerin, Roger; Hartley, Steven; Rudelius, William. Marketing Novena Edición. McGraw-Hill. México. 2009. Cap 18 Comunicaciones d Maarketing Integrado y directo.
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